CUIDADO CON LAS PISCINAS

Aunque durante todo el año las piscinas tienen una gran afluencia de personas que acuden para practicar natación, el verano es la época en la que tiene mayor apogeo. Y es que un baño en la piscina es una de las medidas más utilizadas para hacer frente a las altas temperaturas propias del verano.

Sin embargo, tal y como señala, Patricia Zubeldia, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental, el cloro afecta al esmalte de los dientes y a la salud bucodental. “No todo el mundo lo sabe, pero las piscinas son tratadas con un elevado componente de cloro que ayuda a mantener el pH de las mismas y en algunas ocasiones la cantidad de cloro utilizado no es del todo correcta. Esto puede llegar a ser perjudicial para el esmalte de los dientes de las personas”, especifica la especialista.

¿Qué efectos tiene en los dientes?

Cuando una persona que no es nadadora profesional va a la piscina, normalmente se baña un rato y permanece otro tiempo al sol o bajo la sobrilla. La experta indica que la exposición al cloro que tenemos de forma habitual en una piscina no es suficiente para dañar ese esmalte, tendríamos que estar muchas horas, pero sí que recomienda cepillarse los dientes con un dentífrico fluorado después de acudir a la piscina, eso mitigará la acidez del cloro que puede dañar el esmalte.

Normalmente no sabemos la cantidad de cloro que se utiliza en las piscinas, lo que supone un problema porque esa exposición, en última instancia, puede causar una erosión dental que debilita mucho el esmalte y ocasiona sensibilidad dental y dolor.

Enfermedades que puede Provocar:

  • Pérdida de color en los dientes
  • Manchas en el esmalte dental
  • Hipersensibilidad dentaria

Por otro lado, si la cantidad de cloro es superior a la que necesita el agua provoca la aparición y fomenta la acumulación de sarro en nuestros dientes y encías. Nuestro dentista en Aranjuez y Villacañas os explica qué enfermedades puede ocasionar:

  • Aparición de sarro
  • Halitosis o mal aliento, consecuencia del sarro acumulado
  • Gingivitis o inflamación de las encías

¿Cómo puedo prevenirlo?

Es muy recomendable cepillarse los dientes con crema dental fluorada después de acudir a la piscina, e incluso a los nadadores que naden unas 5 o 6 horas al día, se recomienda que regularmente vayan al odontólogo de confianza  para que les sometan a una fluorización dental, una intervención en la que se hace una limpieza dental y luego se administra flúor que hace que esa erosión del cloro se mitigue y no vaya a más.

¿Qué ocurre en las piscinas de agua salada?

¿Este riesgo también existe en las piscinas de agua salada? La especialista indica que éstas son mucho más recomendables. “De hecho, nosotros usamos el agua con sal en odontología ya que ayuda a la cicatrización de las heridas, porque esa sal hace que se elimine toda la infección y el paciente no tenga dolor, por tanto esas aguas no son tan perjudiciales para la salud bucodental”.

Además, Zubeldia concluye señalando que son más recomendables que el agua de la playa, porque aunque también está salada esa agua puede estar contaminada con gasoil o basura y no es un agua limpia. En cambio el agua de las piscinas saladas está depurada y limpia. “Eso no significa que todo el mundo tenga que hacer enjuagues con el agua salada de la piscina”, apostilla.

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